Pregunta:
¿Cómo se suelta? No es fácil, por lo que leí del ego salir de un trauma por abuso de niña, mas golpes, gritos, ahora soy una señora grande y no me siento para nada bien, Gracias.
Aclaración:
Soltar es perdonar, dejar ir, pasar por alto, aceptar, rendirse; pero no perdonar en el sentido religioso a que estamos acostumbrados que consiste en que como yo soy bueno y tú eres un pecador que me dañaste, yo te perdono. Estamos hablando de soltar todo juicio, etiqueta, condenación que provoca una emoción que te saca de la Paz que tú eres. Todas nuestras reacciones como miedo, rencor, sufrimiento, odio, ira, etc.; surgen de un sistema de pensamiento con el cual nos hemos identificado y al cual llamamos ego, es como especie de un yo falso y sustituto de lo que realmente somos. Este sistema reacciona de acuerdo a esquemas, creencias, paradigmas del pasado adquiridos de la historia, la cultura, la familia, de toda nuestra percepción de este mundo. Pero resulta que todo lo que percibimos en este mundo es la proyección de la culpabilidad y/o miedo que sentimos por haber creído en que nos podíamos separar de Dios, que es lo único que ES, es decir, que existe realmente y con el cual somos Uno. Todo esto que te acabo de resumir es la parte conceptual o teológica que poco a poco, con el estudio de Un Curso de Milagros, la Biblia y muchos otros escritos, podrás ir asimilando o recordando.
Pero vamos a la práctica que es en si tu pregunta, ¿cómo soltar?. Para soltar tienes que apagar la voz del ego, yo falso y sustituto para que puedas escuchar la voz que habla por Dios: Espíritu Santo, Yo superior, Maestro interno, el Cristo; es decir, aquietar y silenciar esa incesante y compulsiva maraña de pensamientos que pululan en tu cabeza. Que te cuentan un sin números de historias de lo que te sucedió. Sea lo que sea que te cuente, primero ya paso y además no van a cambiar lo que paso y mucho menos lo que sentiste. Lo que si puedes cambiar es lo que sientes ahora, si tú eliges hacerle caso a otro sistema de pensamiento. Y para eso debes entrenar tu mente ya que estas acostumbrada a escuchar es al sistema del ego.
Es muy simple, empieza por respirar profundamente y enfocar tu atención en tu respiración, en el aire que respiras, no pienses, solo está atenta a tu respiración, qué sientes cuando el aire entra, pasa por tu laringe e infla tus pulmones y después como sale ese aire. Si has hecho esto te aseguro que mientras lo hacías no estabas pensando en nada. Solo sentías. Has abierto una brecha entre pensamiento y pensamiento. Has dejado de estar identificada con el sistema de pensamiento de ego y te has sintonizado con lo que tú eres, un ser ilimitado sin tiempo ni espacio. Esto es solo el principio, este pequeño y sencillo ejercicio es el básico en tu entrenamiento mental. En la medida en que practiques este ejercicio te iras familiarizando con lo que tú eres: Amor, Paz, Felicidad.
Pero cómo aplicar este ejercicio básico a tu situación, de tristeza, sufrimiento, ira, cada vez que te acuerdas o cuando sencillamente fluye esa sensación de miedo. Vas hacer lo mismo que te describí anteriormente con la respiración y en el momento que ya no estés pensando, el espíritu santo o tu presencia, o yo superior te guiará qué hacer, si es que hay que hacer algo. O veras la situación de otra manera, pues ya no la estarás interpretando con los ojos del ego sino con la visión del espíritu santo. Si es muy fuerte la carga emocional entonces en vez de enfocarte en la respiración, para no pensar ahora enfócate en la emoción siente lo que estas sintiendo, no pienses, ni hagas historias, ni busques el ¿por qué? de esa situación, justificando lo que estas sintiendo. Solo siente intensamente, siente, siente. Si no estás pensando sino solo sintiendo, llegará un instante en que el dolor, tristeza, ira, rencor, lo que sea que estés sintiendo se desvanecerá y empezara a fluir de tu ser, Paz. Y ya no habrá más preguntas, reclamos, exigencias ni nada parecido, habrás sanado, habrás perdonado, soltado.
Estos ejercicios o prácticas Un Curso de Milagros, lo llama instantes santos, El poder del ahora lo llama presencia o momento presente, lo Orientales lo llaman meditación. Hay muchos ejercicios que te servirán para cambiar la mentalidad o entrenar la mente. Pues todo es mental como te podrás ir dándo cuenta en la medida que te alinees con tu ser, lo cual solo lo coseguiras practicando, viviendo la experiencia y aplicando estos ejercicios en todas las situaciones cotidianas. Por muy leves que sea la irritación que aflore, solo aplícalos para ir sanando, despertando, salvando o iluminando. Nuestra experiencia vital es un taller súper completo para aplicar el perdón o ir soltando.
A continuación te comparto una porción del libro que estoy terminando:
La pregunta que salta del ego es, ¿Cuándo debemos perdonar?, esta surge con mucha frecuencia entre los participantes de los conversatorios y conferencias que realizamos, la respuesta es: ¡Siempre! Aunque mis respuestas aparentemente son variadas en las diferentes ocasiones, en realidad es la misma respuesta. Algunas veces contesto: quinientas millones de veces al día, claro está, exagerando un poco. Otras veces les digo: todas las veces que se presente la ocasión. Muchas veces contesto como le dijo mi amado Jesús a Pedro: setenta veces siete, lo que quiere decir una y otra vez, o sea siempre. En otras palabras, hasta cuando seas consciente que en realidad no hay nada que perdonar porque ya no te afecta, eres libre, eres santo, sano, perfecto, eres lo que eres: Todo, Uno, Amor, Dios.
(Cap. El Perdón, ETERNAMENTE AHORA)
Paz y Amor siempre!
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