¿Cómo se busca o se encuentra la Paz?

Pregunta:
“Hola me gustaría hacerte una pregunta. ¿Cómo se busca o se encuentra la Paz de Dios?
¿Cada vez que siento miedo debo tranquilizarme y buscar paz?”

Aclaración:
Antes que nada aclaremos que no hay que encontrar nada puesto que no hay nada que buscar. Solo elegimos, decidimos ser lo que somos. Empecemos por reconocer que no sabemos nada, no conocemos; pues en esta experiencia solo percibimos y de manera distorsionada. Equivocadamente percibimos que somos un personaje en un mundo separado de Dios, creyendo que esta es nuestra realidad y por ende tiene el poder de afectarnos; nada más lejos de la Realidad. Esta creencia es la base del miedo que experimentamos. Es decir tenemos miedo debido a algo que no es real. El miedo surge de la interpretación o el significado que le damos a una situación o escena.

Imaginémonos que el mundo o nuestra experiencia vital es una pantalla donde se están proyectando situaciones o escenas de una película, ahora cuando nosotros estamos viendo una película y nos identificamos tanto, nos metemos en la película, las escenas que suceden nos hace sentir miedo, risa, rabia, tristeza según sea la interpretación que le demos. Ahora esa interpretación se la damos basados en lo que hemos aprendido o adquirido en el pasado; que tampoco existe, ahora. Pero nos basamos en el pasado para interpretar. Si nos damos cuenta que nuestra experiencia que llamamos vida, no es más que una proyección, al igual que una película o un sueño y que no tiene el poder de afectarnos a menos que nosotros se lo permitamos al darle un significado o interpretación, seremos conscientes que somos algo más que esa película, que ese sueño o que esa experiencia. En el momento que dejamos de prestarle atención o darle importancia a esas situaciones y nos enfocamos en eso que está más allá de la experiencia se desvanece la ilusión de la percepción y queda solo el conocimiento que somos el ser.

Vamos a poner esto en términos prácticos. Cada vez que enfocamos o dirigimos nuestra atención al sistema de pensamiento que interpreta, enjuicia o etiqueta y reacciona de acuerdo al pasado, vamos a perder de vista nuestro estado natural que es de paz. Siempre que dirijamos nuestra atención y nos identifiquemos con el sistema de pensamiento ego o mente errada e ilusoria vamos a resistirnos al momento presente y por lo tanto no vamos a estar en paz. Si en vez de esto fijamos nuestra atención en nuestro interior sin dejarnos distraer por el mundo exterior, y mucho menos reaccionar bajo la directriz del sistema de pensamiento que proyecta e interpreta el mundo exterior.

La paz es nuestro estado natural mientras estemos alineados con lo que realmente somos en el ahora, el presente, el no tiempo. Y todo lo que digamos o hagamos será inspirado por el espíritu santo o mente recta, la memoria de Dios en nosotros. O sea será lo perfecto para cada situación, porque el espíritu santo no juzga lo ilusorio como real.

Con solo respirar profundamente y enfocar nuestra atención en nuestro interior se desvanecerán los obstáculos que se interponen o nublan la conciencia de nuestro estado natural. Eso sí, necesitamos práctica y desaprender lo que hemos aprendido del sistema de pensamiento al cual estamos apegados y subyugados. Por eso el Curso de Milagros es un entrenamiento mental para que se nos facilite ser consciente del instante santo o el momento presente.